Los profesores deberán certificar como mínimo nivel I ITF y se encargarán de la enseñanza del tenis en los niveles de pretenis, minitenis, principiantes, iniciados y avanzados.
El preparador físico es licenciado en educación física o carreras afines, encargado del desarrollo de habilidades físicas y coordinativas de los jugadores.
Tanto entrenadores como profesores y preparador físico deberán cumplir con un proceso evaluativo periódico a través de una evaluación de desempeño con el fin de premiar a los mejores a través de incentivos o beneficios económicos para la asistencia a capacitaciones o cursos de actualización.
VALORES DE LOS PROFESORES:
Un líder, un motivador.
Un organizador.
Un amigo consejero, tomador de decisiones y comunicador.
Un motivador.
Un ejemplo de persona.
HABILIDADES DE LOS PROFESORES:
Conocimiento del juego.
Experiencia en la práctica, para desarrollar toda clase de ejercicios.
Actitud positiva para desarrollar disciplina de los jugadores.
RESPONSABILIDADES DEL PROFESOR:
Apoyar el estado técnico, físico y psicológico de los jugadores.
Apoyar el desarrollo y la evolución de las habilidades individuales y colectivas de los jugadores.
Motivar.
Preparar a los jugadores para el logro deportivo.
FUNCIONES DE LOS ENTRENADORES:
Conocer la disponibilidad de instalaciones y recursos.
Planificar los entrenamientos.
Diseñar las actividades en función de los objetivos y del nivel de los jugadores.
Ordenar la secuencia de actividades para crear el ritmo del entrenamiento, atendiendo tanto a la complejidad como a las exigencias físicas.
Explicar el objetivo global al comienzo del entrenamiento para centrar la atención de los jugadores y motivarlos.
Centrar la atención de los jugadores antes de comenzar el ejercicio.
Explicar el objetivo de cada actividad dando consignas claras, precisas y concisas que realizar poner en marcha rápidamente el juego. Hacer demostraciones.
Observar la conducta de los jugadores y su participación en el objetivo de la actividad.
Observar y trabajar tanto las ejecuciones como las decisiones.
Animar a los jugadores durante el desarrollo de las actividades.
Al acabar el entrenamiento, evaluar con cada grupo la sesión.
Alentar la auto-disciplina.
Definir lo que se requiere, es decir, crear un conjunto de reglas internas de convivencia entre los componentes del grupo, que serán respetadas por todos.
Los entrenadores deben mantener su autoridad y alguna forma de disciplina impuesta puede ser necesaria.
Fijar metas realistas.
Reconocer los esfuerzos de los jugadores.
Controlar la paciencia. Esto podrá ser difícil algunas veces.
No esperar más que lo que las jugadoras pueden dar.
Dar las instrucciones de manera positiva. Estas deben ser claras y precisas.
Los jugadores son personas de gran valía, tratarlos como tales.
Ante un mal entrenamiento o partido, encontrar algo, para poder felicitar al grupo. No dejar que se vayan sintiéndose inútiles.
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